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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| Daría #LaMaracx

Somos las travestís en la hoguera*

Frías son las tierras andinas que giran alrededor de una línea imaginaria. El cielo se pinta de naranja cuando se aproximan las plantas. Son las ánimas y las diosas quienes bailan alrededor de la montaña. Es tiempo de que las brujas abran las páginas de una bitácora travestí jamás imaginada.

Os advertimos, los secretos de este códice solo le serán revelados a quienes genuinamente anhelen aniquilar los sistemas de opresión. Primero, haremos memoria por todas las que nos precedieron y murieron para que viviéramos, pronto, imploraremos todo su poder a la diosa para ser bien perras y finalmente, escribiremos justicia con garra propia.

Antes de cada invocación prendan una vela blanca, tómense de las manos y clamen juntas: 

Invocamos a las brujas de las sombras.1

Las que nos precedieron y murieron para que nosotras viviéramos.

¡Visítennos, hermanas! ¡Intercedan por nosotras!

Invoco los poderes de Tránsito, de la reina de El Guambra, de Angelita Zamora.

Invoco a la femenina María, a Leidy y a la mulatita guapa de Esmeraldas.

Invoco a Madona (Gabriela), a la negra Marcia y a la Tongolele.

¡Visítennos hermanas! ¡Intercedan por nosotras!

Invoco a Martha Sánchez de Esmeraldas, a Perlita y a la lambada de Guayaquil.

Invoco a Satanacha de Chone, a la siete pisos y a la carapachito de Guayaquil.

Préstennos su poder, expulsen al demonio.

¡Hermanas, intercedan por nosotras!

Invoco a la cuencana, a Chanela y a la chueca.

Invoco a la vieja Mónica, a la machete y la comadre Puta.

Invoco a Yadira y a la mano de trinche.

Salgan a la luz, malignas.2

Si todo ha salido bien, las letras de este sortilegio te serán expuestas.

Cuentan las hojas de ruda que hace quinientos veintinueve años estas tierras estaban protegidas contra extraños gracias a una neblina espesa, prima hermana de la bruma que cubría Ávalon en los confines del norte. Las ánimas terrenales habitaban sin género, disfrutaban de los placeres de la carne y del deseo desenfrenado, pero las luchas emprendidas por la ambición y el dominio masculino debilitaron esta defensa. Los conquistadores no tardaron en llegar, las enfermedades que trajeron consigo se convirtieron en armas de destrucción masiva.

Aniquilaron a las sabias, las acusaron de hechicería. Torturaron a los enchaquirados3 y los lanzaron a los perros para que se los devoraran. Impusieron su fe con cruz en mano, nos imputaron nombres nuevos de germen judeocristiano, embellecieron sus tronos lejanos con las piedras preciosas de estas tierras y alimentaron a la máquina capitalista con nuestras pieles, cabellos y lenguas. Fuimos esclavizadas, nos arrebataron hermanas.

Repite conmigo: 

Se dice que siempre que invoques a la triple diosa acudirá a tu llamado.

A pesar de que la ignoré y puse mi fe en dioses menores y firmé mi nombre en otros libros, ella aún vino a mí cuando más la necesitaba. Cuando vagaba perdida en el inframundo, fue ella quien me trajo de vuelta al mundo material.

Te invocamos Hécate.4

Te invocamos aquí, doncella, con tu fuerza total infinita.

Te invocamos madre con todo tu poder divino.

Te invocamos anciana con tu arcana sabiduría.

Somos descendientes de todas las doncellas, madres y ancianas.

Ahora que invocamos a la triple diosa, invocamos a todas las brujas desde el principio de los tiempos y hasta el final de los días.

Invocamos sobre nosotras los poderes que nos fueron negados, empápanos con ellos, Hécate, y te alabaremos en la mañana, la tarde y la noche y viviremos para honrar tus tres rostros, tus tres formas.

Madre oscura, guardiana de la llave de la puerta entre los mundos, te invocamos.

Regresa a nuestras hermanas al reino de las vivas. Regrésanos el poder robado y jamás te olvidaremos de nuevo.

Ilustración: Sozapato

Nacimos regentadas por los aquelarres que nos precedieron. Fuimos madres de las consumadas por las llamas inquisitoriales, resguardamos sus nombres. Nos acurrucamos frente al fuego, nos purificamos. Somos hilanderas, hablando en otras lenguas. Somos brujas. Somos nietas de todas las travestis y los enchaquirados que nunca pudieron quemar. Descendientes de las orishás venidas de África, de la mamita Yaku y de la abuelita Pacha. Somos hijas de las Coccinelle5 una jauría endemoniada de transfemeninas y gais que habitaron estos bosques andinos en la década de los ochenta del siglo pasado. Ellas vivieron un luminoso periodo de la humanidad, la plena cacería que se lleva a cabo contra las mujeres y las insurrectas del sistema sexo-genérico.

Hoy, años después, escribimos justicia con garra propia, somos aquelarre contra los fundamentalismos religiosos, manada feminista contra los feminicidas y travesticidas, somos ponzoña serológica que atraviesa la industria farmacopornográfica, somos abadesas de los conocimientos para decidir porque «si las controlan a ellas, nos controlan a nosotræs». Somos traviesas travestis tramando travesías en un ritual, cerrando para siempre las puertas de la era patriarcal.6


Notas:

*Una primera versión de este texto, titulada “Somos las nietas de todas las travestis que nunca pudieron quemar” fue publicada en el libro “Brujas, salvajes y rebeldes. Mujeres perseguidas en entornos de moralización, extractivismo y criminalización en Ecuador” (septiembre, 2021) El texto ha sido revisado para publicarse de manera online.

1 Adaptación libre del ritual de exorcismo practicado por Sabrina Spellman, sus tías, Hilda y Zelda, y Lilith, la reina del infierno (Aguirre-Sacasa, 2018).

2 Lista de las travestis y transexuales nombradas por Alberto Cabral (Purita Pelayo) en su libro de crónicas sobre la despenalización de la homosexualidad (2017). Alberto se refiere a ellas como: «Las más reconocidas por sus ideales de libertad, pero que no llegaron a palpar los logros históricos alcanzados en la lucha por la defensa de sus derechos civiles y sociales, porque la muerte se cruzó violentamente en su camino, [dejándonos] sus nombres con los que las conocimos en las noches de sueños y encierros» (219).

3 Los enchaquirados formaban harenes de jóvenes sirvientes destinados a tareas religiosas y sexuales en asentamientos de la cultura manteño-huancavilca, tales como Coaque, Pasao, Caráquez, Puná, Puertoviejo, Jaramijó, Charapotó, Picalanceme, Cama, La Plata y la Península de Santa Elena (Benavides, 2006). Estos jóvenes fueron descritos en las primeras crónicas de los colonizadores españoles como «afeminados, sodomitas, pecadores y travestis» que atesoraban tradiciones y ritos. El término enchaquirado refiere al uso excesivo de adornos, chaquiras y abalorios. El pasado 31 de marzo de 2019, en el marco del Día de la Memoria y Visibilidad de las personas Trans, la colectiva GuayaQueer ilustró un conjunto de fotografías realizadas a personas que, actualmente, se definen como enchaquirados, en la ciudad de Puerto Engabao, en el cantón Playas, provincia de Guayas en la región costa de Ecuador.

4 Ritual de invocación ejecutado por Zelda Spellman para revivir a su hermana Hilda (Aguirre-Sacasa, 2020).

5 En agosto de 1997, el Frente de Transfemeninas y Gais del Ecuador – Coccinelle se tomó las afueras del Palacio de Carondelet, la sede de la presidencia del país, para reclamar la inconstitucionalidad de la criminalización de la homosexualidad, aún vigente. La norma castigaba el homosexualidad masculina en Ecuador, que no constituyera violación con hasta ocho años de prisión. Ellas habían escogido este nombre en honor a Jaqueline-Charlotte Dufresnoy «Coccinelle» (se traduce como mariquita), una vedette francesa, pionera en la creación de la asociación «Devenir Femme» para acompañar a otras personas trans en sus procesos de reasignación sexual durante los años sesenta.

6 Gracias a la travesura de la Hija lesbiane de mama volcán.


Referencias:

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Autoras

Daría #LaMaracx

Escribe para no olvidar. Le obsesiona la sexualidad y los hombres. Grindera 24/7 porque el deseo no se reprime.