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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| faba

Agua, comida, atención médica y comunicación: derechos básicos que exigen familiares de personas privadas de libertad en Ecuador

El 7 de marzo de 2024, el Comité de Familiares de personas privadas de libertad del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Cotopaxi se convocaron para realizar un plantón en los exteriores del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores – SNAI, ubicado en la avenida Orellana y 9 de Octubre, en la ciudad de Quito. La convocatoria arrancó a las 08:00 y reunió a un grupo de 60 personas, en su mayoría mujeres, quienes se manifestaron con carteles mientras esperaban ser recibidas. Muchas de las personas que se dieron cita en el plantón fueron mujeres racializadas, de escasos recursos económicos, varias de ellas migrantes. Algunas incluso, se movilizaron desde Imbabura.

Las historias que compartieron sobre la situación que viven ellas y sus familiares son desgarradoras. A partir de la declaratoria de Conflicto Armado Interno que rige desde el 9 de enero de 2024 y el ingreso de las Fuerzas Armadas a los centros penitenciarios, no han podido visitar o comunicarse directamente con sus familiares. Esto ha implicado vivir en la incertidumbre por dos meses: no saben cómo se encuentran sus seres queridos, si están vivos o muertos. Algunas veces reciben noticias a través de los y las abogadas o cuando las personas privadas de libertad se presentan a una audiencia presencial. Otras veces la única noticia que reciben es a través de alguna de las pocas fotos o videos que se han publicado en redes sociales. Pero la alegría de saber que sus parientes siguen con vida es contrarrestada al verlos golpeados, flacos, desmoralizados. Este sufrimiento es intensificado al saber que sus hijos, esposos o padres no tienen acceso a agua potable (se han reportado varios casos de parasitosis) y que la comida es limitada (las raciones son pequeñas y les dan solo un minuto para comer, sentados en el piso). Con estados de salud debilitados debido a estos maltratos, los reportes desde el interior de los centros de los numerosos casos de tuberculosis dentro de las cárceles del país solo aumenta la incertidumbre y desesperación.

Con la consigna de “queremos respuestas” y elevando carteles que demandan que no haya “tortura” dentro de los centros,  después de dos horas de espera, dos representantes de familiares pudieron ingresar a las instalaciones del SNAI para reunirse con el Director de Medidas Cautelares y Penas Privativas de Libertad, quien estaba acompañado por tres agentes de la seguridad penitenciaria. El Director reconoció muchas de las preocupaciones expresadas por las familiares e indicó qué procedimientos institucionales se han puesto en marcha como respuesta. Procedimientos que, sin embargo, pueden tardar semanas en ser ejecutados y que por tanto fallan en responder de forma oportuna a la grave situación que se vive dentro de las prisiones. Por su parte, el Comité de Familiares de personas privadas de libertad ha solicitado que el SNAI reconozca el carácter urgente y excepcional de esta situación y que actúe oportunamente para precautelar la salud, el bienestar y el respeto a los derechos humanos de las 4300 personas recluidas en el CRS de Cotopaxi. De forma puntual, han solicitado se acepte el ingreso de donaciones de agua potable, que se restablezca el funcionamiento del economato a través del cual pueden hacer llegar a sus familiares productos básicos de alimentación y aseo, y que se reactiven las cabinas telefónicas dentro del centro. Igualmente, han solicitado que se permita el ingreso de personal civil y de organizaciones de derechos humanos para que se monitoree la situación dentro de la prisión y la intervención del Ministerio de Salud Pública para que proporcione la asesoría y atención médica que es urgente.

Cerca de las 11:30 de la mañana, las dos voceras del Comité de Familiares salieron de la reunión para comunicar los puntos discutidos a las otras personas que seguían esperando en la calle. Acordaron que volverán el viernes 15 de marzo para dar seguimiento a las acciones implementadas por el SNAI y planificaron solicitar también la intervención del Ministerio de Salud Pública. Para cerrar, las familiares de las personas privadas de libertad del CRS de Cotopaxi formaron un círculo para rezar pidiendo por el bienestar de sus seres queridos y por las fuerzas y energías necesarias para seguir cuidando a sus familias tanto dentro como fuera de la cárcel.

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Autoras

faba

Criatura dueña de su tiempo, abierta a aprender con otras sobre el mundo en que vivimos.