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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| La Periódica

La Universidad Central del Ecuador: un espacio seguro y solidario en medio de la incertidumbre y el miedo

Desde el octavo día del paro nacional la Universidad Central se convirtió en un espacio de acogida, paz y resistencia. La Asamblea de Mujeres y disidencias convocó y creó una poderosa alianza y engranaje para acompañar a lxs manifestantes y sus familias que se sumaron al paro nacional que se desarrolló desde el 13 hasta el 30 de junio y que en caravanas de vehículos y a pie, miles de personas se tomaron la capital ecuatoriana.           

El 20 de junio, se logró abrir el coliseo de la Universidad Central y acoger a 5000 personas.

Varios colectivos sociales y feministas se sumaron al Paro Nacional, convocando acciones para tomarse la ciudad en marchas, con asambleas para presentar sus demandas y acompañar los diez puntos que exigía la Conaie al Gobierno ecuatoriano. Adicionalmente, la solidaridad y el cuidado fueron ejes fundamentales del sostén de la lucha social en las calles. A partir del octavo día del paro, la Universidad Central permaneció abierta 24 horas al día; coordinando la logística, la entrega y recepción de donaciones, incluída la coordinación con ocho puntos externos, fuera de la institución educativa.

Constatamos la organización de los cuidados, visitando varios espacios que se abrieron en la Universidad Central del Ecuador. Conversamos  con Salomé Quitto, una de las mujeres que estuvo a cargo de la recolección de insumos y donativos, y nos preguntamos: ¿Qué formas y qué poder tiene la voluntad, la convicción y la empatía? “Creo que infinitas. Vimos muchas mujeres tejiendo redes medicinales, emocionales, alimentarias, de cuidado y políticas”, afirmó Salomé.

Recepción y clasificación de las donaciones que llegaban a la Universidad Central del Ecuador para las personas que venían de distintas zonas del país a respaldar el Paro Nacional. Quito-Ecuador. 28 junio de 2022. Fotografía: Ana María Buitrón.
“De la [misma] forma en la que estamos en las ollas comunitarias, debemos estar en la tarima y en las mesas de decisiones”, afirma Salomé Quito, una de las voluntarias que apoyó en el Wawa Wasi, durante el Paro Nacional. Quito-Ecuador. Universidad Central del Ecuador. 28 junio de 2022. Fotografías: Ana María Buitrón.

La Fundación Wawa Wasi creó un espacio para dar refugio y atención las 24 horas del día a niñxs, adolescentes y madres que llegaban en grandes caravanas a la ciudad de Quito, para apoyar el paro nacional. El Wawa Wasi fue creado por Gabriela Miranda, Camila Freire y Sofía Morales, las mismas que gestionaron un espacio en la Facultad de Educación Inicial en la Universidad Central. Con la ayuda de psicólogxs, pedagogxs, estudiantes, brigadas médicas y artistas llegaron a atender alrededor de 100 niñxs y madres por día.

Gracias a donaciones y el apoyo de organizaciones internacionales como UNICEF, ONU y la Organización Panamericana de Salud contaron con kits destinados para las familias, que incluyeron pañales, cobijas, pañitos húmedos, ropa, productos de higiene y material lúdico para los menores.

Además del cuidado diario también brindaban atención médica y psicológica a niñas, niños y sus madres. Se activó además el espacio de lactancia y atención a mujeres embarazadas.

La organización de las donaciones ayudó a que todo lo recibido tenga un uso y un correcto destino. Se dividió por edades y por ítems. Se instalaron aulas con ropa, otras con alimentos y artículos de limpieza. Sin embargo, para el 28 de junio de 2022 escaseaba la ropa para adultos. Quito-Ecuador. 28 junio de 2022. Fotografía: Ana María Buitrón.
Izq: Según Gabriela Miranda, una de las fundadoras del Wawa Wasi, muchos de los niños que llegaban presentaban parasitosis, niveles de desnutrición y problemas respiratorios los mismos que fueron atendidos en el punto médico que funcionaba dentro del centro. Sin embargo, tuvieron algunos casos que fueron trasladados al Hospital Baca Ortiz para una atención más completa. Der: “Vivimos en tiempos de tensión todo el tiempo porque no sabemos lo que está pasando”, Gabriela Miranda. Quito – Ecuador. Fotografías: Paola Caicedo.
Fila para recibir kits de autocuidado (ginecología natural). El Punto Rojo fue un espacio creado por la Red en Rojo, destinado para sostener la salud, el cuidado ginecológico y dar acompañamiento a mujeres en temas de violencia en el centro de acogida humanitaria en la Universidad Central de Ecuador. Quito-Ecuador. 28 junio de 2022. Fotografía: Ana María Buitrón.
Izq: Hierba mora, llantén y matico eran algunas de las hierbas que conformaban los atados para que las mujeres puedan realizarse lavados vaginales y de esta manera prevenir y tratar afecciones como la candidiasis. Der: El Wawa wasi fue un espacio que, dentro de tanta tensión, brindó alegría y tranquilidad a los niñxs. Se organizaron varias actividades a lo largo del día para que puedan desarrollarse y entretenerse. Quito – Ecuador. Fotografías: Paola Caicedo.
“Es hermoso ver cómo entre todos se sostienen y están tan unidos, aunque para las mamás es muy complicado, ellas igual tienen la fuerza de decir entre todos nos sostenemos, en unidad”. Garbriela Miranda. Quito – Ecuador. Fotografías: Paola Caicedo.
Pie de foto: Mujeres crean atados de hierbas medicinales que se entregarán como parte del kit de autocuidado (ginecología natural) coordinado por El Punto Rojo. Quito-Ecuador. 28 junio de 2022. Fotografía: Ana María Buitrón.
El Punto Rojo fue un espacio destinado para atender temas ginecológicos y acompañar a mujeres en caso de violencia. Se entregaron kits para la higiene íntima con ropa interior, toallas higiénicas, agua con vinagre, atados herbales y un folleto informativo. Quito – Ecuador. Fotografías: Paola Caicedo.
En el Wawa Wasi, estudiantes, voluntarixs, psicologxs, artistas y pedagogxs apoyaron las 24 horas del día para dar atención a las familias. Quito – Ecuador. Fotografías: Paola Caicedo.
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La Periódica

Primera revista digital feminista en línea desde 2017 en Ecuador. Es un proyecto orientado a denunciar y visibilizar la vulneración de derechos a las mujeres, niñas, y personas LGBTIQ+, y narrar la realidad desde una perspectiva feminista crítica.