En el mes de mayo, el Consejo Nacional de la Conaie anunció el inicio del Paro Nacional para el 13 de junio de 2022, con 10 demandas al Estado ecuatoriano. Luego de tres intentos de diálogo con el Gobierno Nacional que no dieron resultados durante 2021.
Tras 18 días de resistencia ante la represión policial, uso abusivo de la fuerza, criminalización de la protesta social y el racismo exacerbado a nivel nacional, finalizaron las movilizaciones, el pasado 30 de junio. Este nuevo levantamiento indígena paralizó parcialmente el país, la escasez de alimentos, resultado de la producción campesina, se sintió en las ciudades.
En el Informe preliminar de Violación de Derechos Humanos en Ecuador en el marco del Paro Nacional 2022 se afirma, que de acuerdo a los testimonios recogidos coinciden en que hubo “violencia represiva desplegada y ataque masivo sobre población civil indefensa. Las fuerzas de seguridad actuaron con vehemencia e impunidad en el ejercicio de la represión. Cumpliendo órdenes directas del poder ejecutivo, desplegaron intervenciones abusivas, excesivas y desproporcionadas, provocando graves lesiones, en algunos casos letales. Esta situación se incrementó en el marco del estado de excepción.”
Resultado de ello, la Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos registró: 150 detenciones arbitrarias, 5 asesinatos a manos de las fuerzas policiales y militares, varios secuestros, desapariciones temporales, torturas, hostigamientos racistas y tratos crueles, inhumanos y degradantes a corte del 28 de junio de 2022.La relación del movimiento indígena con el gobierno ha sido conflictiva en diversos momentos durante este paro. En intervenciones breves, el primer mandatario reiteró su predisposición al diálogo, pero jamás asistió a ninguna de las reuniones. La primera fue convocada en la Basílica del Voto Nacional en Quito, el día lunes 27 de junio. Una jornada extenuante hasta horas de la noche donde no se llegó a ningún acuerdo. El principal interlocutor del Presidente fue el Ministro de Gobierno, Francisco Jiménez. El diálogo se retomaría a la mañana del día siguiente pero el gobierno justificó su inasistencia a raíz de la incursión policial y militar a la que se resistió la población que respaldaba el paro en la comunidad 18 de Octubre, cantón Shushufindi, provincia de Sucumbios, la madrugada del 28 de junio. Es así, como este diálogo finalizó prematuramente.
Cansancio, rabia y algarabía se mostraban en los rostros y las voces de las más de seis mil personas que lideraron la masiva movilización de la última jornada del paro nacional, este 30 de junio, en Quito. A paso firme, a las 10h00 partieron de la puerta principal de la Universidad Central de Ecuador. Avanzaron por la avenida Patria con dirección a la sede de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que ha sido renombrada como la Casa de las Culturas.
Una vez más se recorrió sobre las avenidas 6 de diciembre, 12 de Octubre, Gran Colombia, 10 de Agosto y América. No son casuales los nombres de las arterias de esta pavimentada ciudad por donde han marchado decenas de comunidades indígenas desde el 13 de junio. Todos son recuerdos vívidos de la colonización a la que han resistido los pueblos originarios por más de 530 años.
¿El destino? La sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, conocida popularmente como Seminario Mayor sobre la avenida América en el norte de Quito. Sitio donde se anunció que se realizaría una rueda de prensa para dar a conocer los avances del proceso de diálogo frente las demandas del movimiento indígena. La noche del 29 de junio, en cadena nacional el Ministro de Gobierno y vocero del proceso de diálogo designado por el Ejecutivo, Francisco Jiménez anunció que el Gobierno aceptó la invitación de la Conferencia Episcopal para mediar ante el Paro que cumplía ese momento 17 días. Fue el movimiento indígena quien realizó el pedido de mediación a la Conferencia Episcopal.
La rueda de prensa que anunciaría el avance fue convocada para las 9:00, en la mesa, personas mediadoras y representantes del movimiento indígena se veían a la espera. La rueda de prensa inició cerca del mediodía, cuando los representantes del Ejecutivo finalmente llegaron al encuentro. 14 personas, 12 hombres, dos mujeres, entre autoridades, dirigentes indígenas e iglesia participaron de un nuevo intento de diálogo.
Se leyó inicialmente el acta preparada por el equipo mediador de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Intervinieron representantes indígenas señalando las demandas de amplios sectores sociales sobre el alto costo de los combustibles, el desabastecimiento de insumos médicos, la irrisoria inversión pública y social. Y del otro lado, del Gobierno, lo de siempre, los límites del estado, la macroeconomía, la mesa que no dejaron servida los anteriores mandatarios.
Le siguió en la palabra, Leonidas Iza, Presidente de la CONAIE quien solicitó un receso para conversar con las bases del movimiento y responder al acta.
Finalmente, se firmó el compromiso entre el movimiento indígena y el Gobierno de Guillermo Lasso que determina la derogación del Decreto 95, con respecto a la política petrolera, y reformas al Decreto 151 en materia de minería, para que se prohíba esta actividad en zonas protegidas y que se realicen consultas previas a las comunidades. También se acordó la reducción de cinco centavos más al precio de los combustibles, siendo ahora el costo para las gasolinas extra y ecopaís de 2,40 dólares, mientras que para el diésel es de 1,75 dólares por galón.
La firma supuso el fin de las movilizaciones en todo el país, el compromiso gubernamental de derogar el estado de excepción vigente y el establecimiento de una mesa de diálogo, que tendrá una duración de 90 días, para concretar la resolución de los temas que quedaron pendientes.
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“Hoy, le arrancamos mil millones de dólares a la oligarquía en este país. Eso hay que celebrar” afirmó Nayra Chalán, vicepresidenta de la Ecuarunari al tomar el micrófono en el Ágora de la Casa de las Culturas en Quito, donde miles de personas se concentraron tras la firma del acuerdo. Estas palabras de la dirigente se refieren a la reducción del costo de combustibles, el incremento de cinco dólares al Bono de Desarrollo Humano, el subsidio del 50% al precio de la urea para pequeños y medianos productores, así como la reducción de la tasa de interés al 5% en créditos de BanEcuador de hasta 3.000 USD, la condonación de préstamos vencidos de hasta 3.000 USD y la asignación de 100 millones USD para créditos productivos.
Autoras
Daría
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