Una joven cineasta, de gesto serio, quizá preocupado, sostiene un micrófono mientras graban escenas junto a militares guatemaltecos o también cuando atraviesan bosques del altiplano, territorio de indígenas mayas de Guatemala; en la época de la dictadura del general Efraín Ríos Montt (1982-1983). A Pamela Yates (también cofundadora junto al productor Paco de Onís de Skylight, organización que funde el cine documental con la defensa de los derechos humanos) la atrapó Guatemala. Ese país, su gente, sus historias, han marcado todo su trabajo; en especial “La saga de la resistencia” (Cuando las montañas tiemblan, Granito: cómo atrapar a un dictador y 500 años), que se presentó en la edición 18 del Festival de Cine Documental Encuentros del Otro Cine y del que Pamela Yates y Paco de Onís estuvieron como invitados.
Pamela y Paco conciben el cine documental como una estrategia artística y política para alzar la voz de quienes buscan justicia y respeto a los derechos más básicos: son más de 30 años de las imágenes de aquella joven cineasta en los convulsos ochentas guatemaltecos, y son más de 30 años en los que han trabajado de la mano con organizaciones sociales centroamericanas, estadounidenses, colombianas, peruanas y con una serie de organizaciones de derechos humanos. Skylight no solo pone en foco la reivindicación de los DDHH sino que tienden redes con bases sociales, medios locales e independientes y organizaciones. Sus películas, cortos y series documentales circulan por la fuerza de sus protagonistas: mujeres y hombres indígenas, ciudadanas y ciudadanos de a pie, líderes sociales, estudiantes, especialistas que acompañan procesos de justicia (peritos, forenses, abogadas, etc.).
Conversamos con Pamela sobre su manera de hacer cine documental, a propósito de su visita a Quito en estos #18EDOC.
Algo particular de su manera de retratar a las personas de los conflictos armados en sus películas es que aparecen como sujetos políticos y no como víctimas, pese a que se vulneraron sus derechos. Eso está en toda “La saga de la resistencia” y en otros trabajos de Skylight. ¿Qué guía esta manera tuya de filmar a las personas cuando lo frecuente ha sido una mirada que roza el asistencialismo y el neo-colonialismo?
Es la dedicación a la colaboración, o sea que para mí yo soy igual que tú. Yo soy cineasta, sé cómo hablar el idioma audiovisual, y tú [las otras personas, sus protagonistas] tienes la fuerza de conocer tu mundo, de conocer el sufrimiento pero también has desarrollado un liderazgo. Entiendo la fuerza que cada persona tiene en la contribución y la colaboración en cine documental.
Me siento muy incómoda cuando alguien me da mucho poder. Para hacer un cine documental en relaciones de igualdad se necesita mucho tiempo, igual que para desarrollar confianza. Pasa mucho afuera de las filmaciones, la filmación es solo un porcentaje. El resto de tiempo pasamos hablando, voy a tu casa, conozco a tus gatos, compartimos comidas; eso desarrolla la confianza en la relación, que es una relación más igualitaria.
El productor Paco de Onís y Pamela Yates conversando con el público en los EDOC. Foto: Ramiro Aguilar Villamarín.
En casi todo su trabajo cinematográfico hay protagonistas mujeres. Están en “Cuando tiemblan las montañas” (1983), “Granito: cómo atrapar a un dictador” (2011), “500 años” (2017), “Estado de miedo” (2004). ¿Esa es una decisión previa o se da en el proceso de creación de cada documental?
Empezó inconcientemente, en “Cuando las montañas tiemblan” con Rigoberta Menchú y con otros y otras guatemaltecas, porque se me hacía que las mujeres tienen las ideas más interesantes y nunca tienen la posibilidad de ser las protagonistas de su propia historia, ¡y son las protagonistas de su propia historia!, tanto de sus historias personales como la de su país.
Desarrollé ideas para buscar y escoger mujeres para contar las historias, además para mí las relaciones íntimas entre la directora y la protagonista son fundamentales. Tengo más fuerza en desarrollar relaciones profundas con las mujeres, así que si no tengo ese acceso emocional no tengo un buen documental.
En las primeras funciones que compartieron con el público, Pamela Yates y Paco de Onís compartieron varias anécdotas alrededor de sus películas. Fueron frecuentes las preguntas sobre la seguridad de la directora y el productor estadounidenses. Pamela y Paco contaron que, pese a que Pamela recibió amenazas tanto en Guatemala –en algunas de las películas– como en su ciudad de residencia, e incluso haber sido declarada persona non grata, lo que más les importa es la seguridad de las personas que salen en sus documentales así como de su equipo en Guatemala; pues ellas y ellos “están expuestos a la represión de su propio gobierno”. Para esto, algo muy característico de su método de trabajo, el equipo de Skylight siempre escucha las recomendaciones de quienes trabajan en el lugar de los hechos.
Pamela, en “La saga de la resistencia” te enfocas en la dictadura de Ríos Montt, el genocidio y la lucha por la verdad y la justicia. ¿Algún momento contemplaste grabar el caso Sepur Zarco? (Se estima que durante el conflicto armado interno guatemalteco unas 30.000 mujeres fueron víctimas de violencia sexual; las mujeres de la comunidad maya Q’eqchi’ de Sepur Zarco ganaron en 2016 un juicio histórico a nivel mundial al procesar a altos mandos militares por crímenes de lesa humanidad por violaciones, abusos y esclavitud sexual, en una corte nacional).
Sí, pero no encontré fondos para hacerlo. Sepur Zarco es para mí un caso clave. Las fundaciones que dieron los fondos para llevar el caso y para traer peritas y peritos para testificar decidieron que en vez de documentar el caso lo mejor era dar el dinero para los peritos y peritas internacionales. Lo que pudimos hacer fue filmar a Irma Velásquez Nimatuj, la protagonista de “500 años”, dando su testimonio como perita y construimos un cortometraje de 7 minutos sobre el caso. Está traducido en español, idiomas mayas, en francés y ahora en inglés.
Me gustaría hacer un documental sobre Yasmin Barrios, la jueza del caso del genocidio y del caso Sepur Zarco. Quisiera revisitar ese caso a través de los ojos de la jueza, pero todavía la estoy convenciendo.
En algunas películas hay imágenes muy impactantes, se ven cadáveres y osamentas de personas que fueron asesinadas en los conflictos armados. ¿Estaba preparada para algo así?
Una no se puede preparar para algo así. Yo puedo hacer ese trabajo porque se me hace innato mentalizar el miedo, y hago eso para poder sobrevivir; si demuestro emoción puede ser fatal, así que he aprendido (a manejarlo) a través de mi carrera pero también he cambiado mis ideas de qué mostrar y qué no mostrar. Yo pensaba antes que estaba bien mostrar cadáveres y osamentas pero menos es más, así que es mejor hacerlo en el momento apropiado. Al pasar de los años he decidido que es más fuerte mostrar el intento o el después de actos de violencia porque los cadáveres son seres humanos, tienen familias, tienen niños, tienen hermanas y hermanos. Ellos no pueden dar su consentimiento, entonces para respetar quiénes son como seres humanos ahora no muestro cadáveres. Pornografía de la violencia…
Pamela, tú y Paco, y también es algo de Skylight, te has referido en algunas de las conversaciones con el público sobre una contranarrativa del documental.
Eso quiere decir que la narrativa del gobierno, la versión oficial de la historia, la versión de los medios masivos de comunicación es una narrativa; pueden tener matices también pero (nosotras) vamos a contar realmente otra narrativa desde abajo hacia arriba. En nuestros documentales las protagonistas y los protagonistas no son los expertos usuales, son quienes están actuando y buscando cambios. De una u otra manera son activistas; no están en una biblioteca contando su peritaje, para nosotros es mucho más vital que esas personas, que también pueden ser peritos, estén involucrados en lo que está pasando, metidos en el cambio social, en una revolución de ideas.
¿Cuándo decidieron en Skylight que su trabajo debía estar acompañado de una base social para tener más impacto?
Desde “Cuando las montañas tiemblan”. Las guatemaltecas y guatemaltecos, las personas metidas en el movimiento de solidaridad por Centroamérica, y Rigoberta Menchú Tum me enseñaron que era mucho más fértil, mucho más activista y mucho mejor trabajar con movimientos sociales; y que podía ser muy creativo para la producción de cine documental
¿Qué es para ti la ética?
La ética para mí está en la búsqueda por la verdad.
Por último, ¿de qué fuentes se alimenta para sus trabajos?
Mi inspiración está en quienes en todo el mundo están tratando de hacer cambios sociales positivos y las que están en la resistencia en contra de gobiernos autoritarios, y los que están tratando de llevar belleza a través del cine a nuestro mundo.
El proyecto actual de Skylight es “Tierras fronterizas”, cuyos cortometrajes documentales a modo de adelantos se pueden ver en sus redes sociales y que muestran las redes de solidaridad con las y los migrantes centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza de sus países hacia Estados Unidos.
Pamela Yates. Foto: Ramiro Aguilar Villamarín.
Fotografía y video: Ramiro Aguilar Villamarín.