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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| Andrea Romero

La resurrección en el museo

La escena ballroom, desde sus inicios en la década de los año 20 en Nueva York, ha sido considerada un escape para la represión que enfrentaban las personas LGBTIQ+, transformándose en un elemento clave de la historia colectiva de las disidencias sexo genéricas. Una parte importante de la escena ballroom que ha trascendido hasta nuestros días, es el Voguing, un icónico estilo de baile que desafía los estándares heteronormados de la danza mainstream. Aquí toman relevancia las “Casas”, agrupaciones o lugares donde la juventud se refugiaba frente la violencia y que a su vez eran espacios de entrenamiento para desarrollar habilidades artísticas.

Los Balls, como también se conocía a los ballroom, eran eventos donde las “Casas” competían entre sí, y a través de diferentes categorías hacían gala de sus experticias, ganando renombre en la escena queer. El auge de los balls se dio durante la década de los años 70 y 80, el documental “Paris Is Burning” y el videoclip “Vogue” de Madonna, impulsarían la visibilidad de estos espacios de entretenimiento, liberación y empoderamiento para las maricas, travestis, negras y migrantes latinas. En la actualidad y sin perder sus tintes de revolución, la escena ballroom se realiza en diferentes partes del mundo, lo que le otorga una infinidad de características propias de cada lugar.

En Ecuador de la mano de La Nube Casa Cultural y Jota de los Milagros se encendió la llama de la escena ballroom. El pasado sábado 9 de abril, en Quito, tuvo lugar la tercera edición del KikiBallazo, una propuesta que sigue las bases de este movimiento artístico. 

Un Kiki Ball es un espacio de competencia menos formal que los grandes Balls, es un espacio de entrenamiento; un lugar de expresión para todxs, para quienes están aprendiendo y quienes desean experimentar, sin necesidad de pertenecer a ninguna casa, (a diferencia de los ballrooms), pero sí con muchas ganas de mostrar al máximo su talento.  

Esta edición se realizó en cooperación con el Centro de Arte Contemporáneo, y se sumaron marcas y colectivos que permitieron el desarrollo del evento. Alusivos a las celebraciones eucarísticas de abril esta edición tomó el nombre de: KikiBallazo III Resurrección, el escenario se convirtió en el altar mayor, y con su propia ritualidad, desfilaron orgullosamente las 5 categorias propuestas: Pasarela – Vía crucis, Bizarre – Crucifixión, Sirena sexy – La última cena, Vogue Femme – Coronación de espinas y Freestyle – Ascención.

Esta edición no vino sola, estuvo acompañada de diversos eventos previos, como talleres de Voguing, de costura, conversatorios y tomas del espacio público, que pretenden discutir la importancia de estos espacios de visibilidad, expresión y enriquecimiento para las personas LGBTIQ+ en Ecuador.

El Centro de Arte Contemporáneo se llenó a tope con toda clase de expresiones artísticas y personalidades de la escena local y de ciudades hermanas, durante toda la noche se vivió la sagrada procesión de cuerpos ardientes fusionados con la luz roja que iluminaba el evento; al ritmo de los sacros vítores a quienes participaban, animando a sus performers favoritxs, las chants del evento fueron la Coca & la Mota del colectivo PachaQueer, lxs juradxs invitadas para elegir a las ganadoras de las categorías fueron Daria #LaMaracx, Devy Andreina y Gledys Macias (Destiny El Oráculo), además se realizaron performances a cargo de Clene La Bruja, Ale Morocho, Jota de los Milagros y Memotecnica.

Registro del KikiBallazo en el Centro de Arte Contemporáneo. 9 de abril 2022. Video: Andrea Romero

En la jornada se vivió un despliegue de talento exquisito en las diferentes categorías, tres de las cinco fueron conquistadas por la Casa de Lxs Retorcidxs que lidera Angel Graterol, quien realiza tomas del espacio público para fomentar la escena ballroom en la capital.

El KikiBallazo busca tener el mismo espíritu que en los años sesenta, recordando que la escena ballroom la construyen quienes están en ella, porque mientras haya homofobia, transfobia y violencia, este tipo de propuestas serán el elemento disruptivo, de lucha y reivindicación de la comunidad LGBTIQ+.


En la foto de portada: Bambi Véliz, participante del KikiBallazo, durante una de sus actuaciones. Foto: Andrea Romero

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Autoras

Andrea Romero

Comunicadora social con mención en desarrollo, apasionada por el arte en todas sus formas. Creo firmemente que la comunicación tiene el deber de cambiar el mundo.