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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| Paulina Palacios Herrera

A Ana Lucía Herrera

Ana Lucía Herrera, también conocida como Anilú, fue una amiga completa, comprometida desde su corazón, inteligencia y sensibilidad en cada relación humana. Fue amorosa y dedicada tanto con mi hija como conmigo, mostrando una generosidad enorme. La complicidad de amiga me explicó a mí misma, con respeto y frontalidad, dimensiones que solamente ella pudo ayudarme a entender. 

Leíamos juntas, sabiendo que iba a compartirle mis apasionados arrebatos con las novelas, enamorándonos de personajes maravillosos, hablando de un sinfín de cosas, saliendo incluso de vez en cuando con la Mica —mi hija, Micaela Shiram— y la Tala —Thalía Álvarez, amiga querida, feminista de la Corporación Humanas, quien también nos falta tanto— de Forajidas, y preocupándonos por los acontecimientos en este multicolor y maravilloso país, ya sean mítines, marchas, levantamientos o reuniones.Ana Lucía fue una brillante estratega feminista. Con una serenidad y firmeza enormes, sin el mínimo afán de protagonismo ni pasiones de pertenencia a grupos o tendencias dueñas de la razón. Aportó al colectivo práctico de mujeres y personas de la diversidad sexo-genérica. Escuchaba, armaba y empujaba las formas de salir del patriarcado, la sinrazón de la violencia de género contra niñas, mujeres y personas diversas, y la imperiosa necesidad de que el Estado garantice de verdad los derechos. Ana Lucía entretejió, articuló y se empeñó en que el Estado realizara la primera Encuesta de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las mujeres, la  campaña “Reacciona Ecuador, El Machismo es Violencia”, el primer Estudio de Caso de las condiciones de vida de las personas LGBTI, la Ley de Igualdad de Mujeres y Personas de Diversa Condición Sexo Genérica, la perspectiva de construcción participativa, estratégica y de resultados de políticas públicas hacia la Igualdad de Género, y activamente empujó el Plan Nacional para la Erradicación de las Violencias de Género, así como las directrices para que las funciones estatales se articulen en pos de la garantía de los Derechos Humanos de las Mujeres.

Ana Lucía Herrera durante un evento de Taller Comunicación Mujer. Archivo: Nela Meriguet Martínez

Anilu, desde Humanas, junto a sus compañeras en Chile y Colombia, luego en la Articulación Regional Feminista, recogió el trabajo de años alrededor de las luchas internacionales para que el Estatuto Penal de Roma recoja las atroces, sistemáticas y naturalizadas violencias que por generaciones hemos vivido las mujeres, en todo tipo de contextos.

Esta es la Lu que recuerdo, y aún ahora sigue cuestionándome con lo que imagino serían sus palabras, jamás aleccionadoras o pretendidamente de consejera, siempre como una igual, como una amiga.

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Autoras

Paulina Palacios Herrera

Abogada y magíster en literatura hispanoamericana y ecuatoriana. Mamá de Micaela. Ha podido trabajar y trabaja en lo que ama, le importa y gusta: derechos humanos de las Mujeres, nacionalidades y Pueblos Indígenas, personas con discapacidad, aguas y cuestiones ambientales. Ahora es profesora en la Facultad de Comunicación Social – Facso e investigadora en el Instituto de Investigación en Igualdad de Género y Derechos – Iniged, de la Universidad Central de Ecuador – UCE.