“Este es un colegio de varoncitos, no de princesas…”
Ilustración de Víctor García Mejía.
El Mejía, la flor vigorosa,
de tu sangre en radiante salud
a tu gloria se ofrece dichosa,
bella patria, toda juventud.
Estrofa del Himno del Colegio Mejía.
Conozco ese miserable colegio desde que nací.
A finales de la década de los años noventa, papá trabajaba durante el día e intentaba finalizar sus estudios secundarios en la sección nocturna del “Patrón Mejía” en Quito. Mamá, un par de años mayor a él y con su bachillerato ya completo, decidió inscribirse en la misma jornada para “acompañarse mutuamente” —en realidad, ella armó...