La tarde del domingo 12 de mayo de 2024, se llevó a cabo el evento Grand March en Ballroom “El esplendor de las Casas” una puesta en escena que conjugó danza, actuación y performance en el Teatro Capitol, ubicado en el centro de Quito.
La actividad formó parte de “Territorios indómitos”, una semana de actividades que arrancó el 7 y concluyó el 15 de mayo. Territorios Indómitos puso en el centro las formas de expresión artísticas de las diversidades sexuales y de género en la capital del país. “El esplendor de las Casas” fue organizado por La Nube Casa Cultural integrada por Juan León y Guillermo Segovia (Memotécnica) con la temática “Regreso a clases” y contó con la participación de cuatro «Casas» (agrupaciones) que desde hace un par de años se dedican al Voguing, un tipo específico de danza que se realiza al ritmo de música house dance y que toma elementos del modelaje de indumentaria, el teatro drag y el travestismo para crear fantasías escénicas.
Estas demostraciones dancísticas se realizan al interior de la subcultura Ballroom, misma que se originó en la década de los años sesenta en los Estados Unidos a contracara de la escena Drag Queen. Sus principales promotoras fueron artistas negras, migrantes, trabajadoras sexuales y habitantes de calle que disputaron los escenarios subterráneos durante la ebullición de los disturbios de StoneWall. Durante los años ochenta este movimiento artístico vivió su mayor punto de exposición y los ojos de la cultura mainstream se posaron sobre sus intérpretes.
En el teatro Capitol, en Quito, se pudo ver la participación de cuatro “Casas”, es decir agrupaciones de artistas que se organizan para participar de la cultura Ballroom: Jaus of Retorcidxs (conformada por migrantes venezolanas); House of McQueen; House of Brillantea (integrada por mujeres y mujeres trans) y Jaus of Te Amo, quienes mostraron intervenciones artísticas, coreografías y representaciones teatrales por cada una de las cuatro categorías propuestas: pasarela, se considera una parodia de las caminatas que ejecutan las modelos de indumentaria y una exacerbación de sus modismos; performance bizarro, donde se aprecia lo grotesco, monstruoso y satírico; performance sex siren donde se privilegia la sensualidad y erotismo de quienes participan, es considerada una oda a la seducción que ejercen las trabajadoras sexuales; performance voguing donde se muestran de manera obligatoria los cinco característicos elementos que componen esta danza, incluyendo caminatas exageradas, movimientos de manos, acrobacias al nivel del piso, giros y caídas espectaculares. Y por supuesto, un cuidado especial por no perder el ritmo jamás, o por lo menos, intentarlo.
Autoras
Daría
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