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| María Isabel Cordero P.

Cuando llegue la revolución

Cuando llegue la revolución, ya no podré salir a las calles como a los 20. Sé que no aguanto el gas, ni las corridas, ni al trucutú.

Cuando llegue el momento, no seré  capaz de disparar un arma, ni atentar contra nadie, ni de ser parte de una recuperación armada.

Cuando haya que poner el pecho a las balas, lo más probable es que me orine, rompa en llanto y ruegue por mi vida. Y si me torturan lo diré todo, y si me violan seré sumisa.

En general sería una pésima revolucionaria si todo pasara hoy.

Pero si hoy empezara la revolución se que pondría mi casa, mi mesa y mi cama. Se que pondría todo lo que tengo en sus manos y por la causa.

Sabría hacer milagros para que no falte el pan o el arroz. Me haría cargo de todos los guaguas de la calle y de los perros y gatos también, para que se hagan compañía.

Sería profesora, confidente y curandera, aprendería de armas, de contrabando y de defensa personal. 

Enseñaría de amor, de sueños y de cómo conseguir agua limpia o hacer lámparas con aceite, de cómo curar con geranios, manzanilla y miel.

Trabajaría en la radio comunitaria, armaría estrategias de comunicación, sería asesora legal y hasta me conseguiría licencia de abogada.

La revolución necesita de todas las fuerzas y de todos los valores, no es solo cosa de valientes y cuerpos libres de miedos.

Así que sí, podemos empezar a hacer una revolución desde hoy.

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Autoras

María Isabel Cordero P.

Feminista, Defensora de DDHH, Educadora Popular, poeta y narradora en construcción.