El miércoles 29 de mayo, se realizó un plantón convocado por la población de la Comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador (CASCOMI) en los exteriores del Ministerio de Educación en Quito. La protesta fue en respuesta al anuncio de desalojo de su Casa Comunitaria “Ayllullakta Wasi”, un espacio esencial para la comunidad Shuar y kichwa cañari de Tundayme, en la provincia de Zamora Chinchipe.
La casa comunal, vital para actividades culturales y educativas, ha sido un pilar en la resistencia de CASCOMI desde que la comunidad enfrentó en 2015 desalojos y hostigamientos debido al proyecto minero Mirador, que inició operaciones el 5 de marzo de 2012 sin consulta previa libre e informada. Este megaproyecto, liderado por la empresa china EcuaCorriente S.A. (ECSA) y que obtuvo del Ministerio de Energía y Recursos Naturales el permiso de explotación por 25 años renovables, ha causado graves daños ambientales y violaciones de derechos humanos, según denuncias de organizaciones como Inredh.
El Ministerio de Educación, justificando la necesidad de espacio para la Unidad Educativa Jaime Roldós, emitió un ultimátum para desocupar la Casa Comunitaria. Sin embargo, la comunidad argumenta que esta casa, abandonada por el Ministerio y rehabilitada por CASCOMI, es indispensable para su organización y educación cultural.

En entrevista para Corape Tv Digital, el líder comunitario Luis Sánchez después de ser recibido por un asesor de la ministra de Educación, Alegría Crespo Cordovez, expresó la importancia de la Casa Comunitaria: «nosotros no estamos cerrados al diálogo, pero exigimos que se respeten nuestros derechos como culturas originarias y como organización indígena». Sánchez destacó que las actividades en la casa incluyen talleres permanentes para niños, niñas, una biblioteca con más de mil libros y la realización de rituales que fortalecen la identidad y memoria de la comunidad.
El plantón recibió el apoyo de diversas organizaciones sociales y antimineras, subrayando la solidaridad con CASCOMI en su lucha contra el despojo y la violencia sistemática. «Es incomprensible que en un territorio estratégico para el país, se pretenda desalojar a la comunidad mientras se saquean sus recursos», concluyó Sánchez.
La resistencia de CASCOMI continúa, y su llamado es claro: ¡La Casa Comunal de Tundayme se respeta!
Autoras

Daría
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