El MIES tiene deuda que duele:
Trabajadores de centros de cuidado de niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores están impagos
Sobre una colchoneta, July, de 24 años de edad, luce frágil. Si alguien no la llevara en brazos hasta su silla, no podría levantarse; se quedaría ahí, sin poder impulsarse con manos ni piernas; no logra sostener la cuchara para alimentarse y aunque controla esfínteres, necesita que la trasladen y la asistan para usar el sanitario.
El ceño fruncido y los músculos de su rostro contraídos me dan la idea de que el ejercicio le causa dolor, pero lo que descubro en...