En este punto, es ingenuo pensar que el Gobierno ha improvisado o que no tiene claro cuál es su rumbo. Es evidente que el proyecto es el despojo, a todos los niveles. Nos ha sumido en una guerra interna, con intervención militar, en medio de una paralización social. Nos ha enfrentado con lo más oscuro del racismo social, que ha sido lapidario para el país.
Nos ha llevado a llamar “terroristas” a quienes han decidido poner el cuerpo y la cara en las calles: quienes alimentan a las grandes ciudades, quienes defienden el agua frente al arrasador extractivismo, frente a la miseria.
El objetivo es claro: criminalizar a toda persona que piense distinto, con una sola intención, gobernar a su antojo y apoderarse de tierras y territorios.
¿Y qué tiene que ver esto con la XI Ronda Petrolera y el interés desmesurado por el oro? Absolutamente todo.
Autoras

Jeanneth Cervantes Pesantes
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jeanneth@laperiodica.net
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@JanetaCervantes