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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| Karen Toro Aguilar

Yuyarikuna: la mirada de Alberto Lima

Durante cinco décadas, Alberto Lima ha documentado los ritmos de la vida en Cotacachi y sus alrededores. Turucu, Santa Bárbara, Topo Grande, Topo Chico, Tunibamba, Coraza, Nangulví, Cuicocha, Colimbuela, Imantag, San Miguel, Intag, San Ignacio, Cumbas Conde, San Pedro, Piava Chupa, El Ejido, Quiroga, Morochos, Cushcagua, Cambugán, El Cercado y muchas otras comunidades han sido recorridas por Alberto Lima, quien con su cámara ha retratado rostros, historias y procesos.

Su archivo fotográfico —conformado por más de 11.500 negativos y cientos de fotografías impresas— es testimonio de un territorio tejido por la vida comunitaria, donde la minga es más que una práctica: es una forma de vivir y resistir. Desde la pavimentación de una calle hasta la construcción de un puente entre comunidades, la cámara de Alberto estuvo ahí. En las mingas que garantizan el acceso al agua, en las que levantan la casa de un vecino, en las que hacen posible la vida en común. Pero también en los gestos cotidianos que sostienen lo compartido: el fútbol; la gente zapateando durante el Inti Raymi en calles y plazas; las fiestas patronales, misas, y hasta el maicito sembrado en la huerta.

Su lente ha acompañado procesos políticos clave: la gran marcha por la Tierra y la Vida en 1992, la carrera política de líderes indígenas, procesos de educación popular, organización comunitaria, la construcción del Jambi Mascari, el trabajo sostenido por décadas de la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas de Cotacachi (UNORCAC), talleres de formación política, de emprendimientos para mujeres, iniciativas de reforestación y alfabetización. Ha retratado la vida y la muerte: funerales, matrimonios, bautizos, cumpleaños. Su lente ha seguido a generaciones enteras, incluida la de su propia familia. Así, vemos crecer no sólo a sus hijos, sino a todo un pueblo.

En su archivo también habita una memoria visual de los símbolos: la foto de una foto del Che Guevara, una flor que contrasta con una pared áspera, la sombra de Alberto colándose en algún retrato familiar. Encontramos además una mirada curiosa desde la ventanilla de un avión: una pausa que recuerda que todo esto fue visto, sentido y pensado desde la subjetividad de un hombre que es el retratista de su pueblo.

Durante varios años documentó de principio a fin diversos procesos, como el Proyecto Cambugán, lo que demuestra la constancia y el compromiso de éste fotógrafo con la memoria y la historia de su tierra.Yuyarikuna, es una exposición itinerante que es homenaje a la trayectoria y mirada de Alberto Lima, en un pequeño recorrido de treinta imágenes se nos permite ver la historia del pueblo Kichwa de Cotacachi a través de los ojos de quien la vivió desde adentro.

La muestra se presentó el pasado 2 de agosto en la Casa Comunal de Turuco, en Cotacachi, y próximamente podrá visitarse el 16 de agosto en la Casa Comunal de Santa Bárbara, a las 10:30 a.m., y el 30 de agosto en la Casa Comunal de Topo Grande, también a las 10:30 a.m.

Autoras

Ayllu Rec

es una productora audiovisual kichwa, enfocada en la producción cinematográfica, con la misión de llevar a cabo proyectos que aporten con la diversidad cultural y sean parte de la memoria del país.

@ayllurecords

Colectivo Warmi Muy

creado en 2016, está conformado por mujeres artistas de diversos pueblos y nacionalidades, y busca a través del arte crear nuevas dinámicas y prácticas interrelacionales, comunitarias, artístico-creativas.

@warmimuyu

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Autoras

Karen Toro Aguilar

Fotógrafa profesional, artista y docente. Su trabajo fotográfico y artístico explora temas de derechos humanos, migración, educación y género. Premio Jorge Mantilla Ortega en la categoría de Fotoperiodismo 2020 y Becaria del Fondo de Emergencia para Periodistas de la National Geographic Society 2020 (Fluxus Foto). Artista seleccionada para el programa MUFF/Caminos Conjuntos 2020-2022 del Centro de Fotografía de Montevideo (Uruguay) y finalista de la IV Edición del Premio Brasil de Arte Emergente 2019.