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Elsie Monge en la sala de su departamento en Quito. Marzo de 2022. Foto: Karen Toro A.
| Mariela Rosero Changuán

Aborto por violación: Asamblea busca alargar el tiempo

Los pañuelos y prendas de vestir verdes y celestes apenas resaltaron en el Pleno. El jueves 9 de diciembre de este 2021, para buena parte de las y los asambleístas fue un día más. Menos de 30 de los 135 presentes en la sesión nro. 749, llevaron uno de los dos colores, identificados con las causas: a favor del aborto por violación o en contra.

Fuera del edificio legislativo hubo incluso vallas para separar a quienes cantaban y gritaban en medio del primer debate del proyecto de Interrupción voluntaria del embarazo para casos de violación.

“Nosotras parimos, nosotras decidimos” dice un cartel colocado por mujeres de organizaciones que se dieron cita en la vigilia fuera de la Asamblea Nacional. 9 de diciembre de 2021. Foto: Karen Toro

 “Su corazón late, escúchalo”. “Salvemos las dos vidas”. “El hombre no viola, viola el violador. #NoAlHembrismo”. Todo eso se leyó en carteles ubicados por mujeres y más que nada hombres que se hacen llamar ‘providas’ y que acudieron con un gran parlante, con el que se buscó anular las proclamas de las mujeres de verde.  De ese lado de las cercas, predominaba el celeste en banderas, pañuelos, camisetas y cintillos.

Del otro lado, se escribieron frases como: “Nosotras parimos, nosotras decidimos”. “Maternar, abortar, decidir y luchar en comunidad”. “Niñas, no madres”. “Una ley justa y reparadora”. Resaltó el verde en pañuelos, que incluso comerciantes ofrecieron; también en maquillaje decorando los párpados, frente y mejillas; en camisetas, pantalones y sombreros.

Ni el sol ni las vallas cercando el espacio, colocadas por la Policía Nacional, ni el ruido hicieron que las y los manifestantes, que llegaron mayoritariamente a partir de las 09:00, se cansaran. Hubo baile, cánticos y a ratos una pugna para lograr que una proclama se escuchara más fuerte que otra.

En el hemiciclo legislativo, el verde y el celeste aparecieron uno junto a otro, sin que mediara ninguna separación. Así, por ejemplo, Johanna Ortiz le pidió a su compañera Ana María Raffo que le atara el pañuelo verde en la muñeca izquierda. Rápidamente, Raffo accedió. Sobre su escritorio se observó extendido un pañuelo celeste y horas después un feto de plástico y una tarjeta, que decía: “querido asambleísta, tu voz es la de miles de niños que están por nacer”. Fue un obsequio de la legisladora Geraldine Weber, del Partido Social Cristiano-PSC.

Weber llevó pañuelos en el cuello y en la muñeca; vistió una blusa amarilla. “Este bebé que está aquí hace justicia a una mujer violada. Es el malvado. Le causa trauma a la mujer. ¿Por qué no nos sacamos las máscaras?”, ironizó en su intervención; hubo 22 participaciones de asambleístas, en una sesión, que empezó minutos después de las 10:00 y concluyó 11 minutos antes de las 21:00. Fueron alrededor de 10 horas, sin tomar en cuenta el receso del almuerzo.

Grupos denominados “provida”, conformados en su mayoría por hombres, se dieron cita fuera de la asamblea. 9 de diciembre de 2021. Foto: Karen Toro

“En ningún lado del mundo, un aborto va a resarcir el trauma que una mujer vive por violación. A esta criatura le voy a llamar María, tiene derechos. Para todas las feministas, ¿y los derechos de esta niña (el feto María)?, y los niños que son violados, ¿no cuentan porque no quedan embarazados?”.

No es la primera vez que Weber usa muñecos en forma de fetos o bebés. En julio de 2021 ya se manifestó en contra de la sentencia de la Corte Constitucional, del 28 de abril emitida el mismo año. Subida en el balde de una camioneta, la legisladora se refirió a un monigote bebé, al que llamó Guillermito. “Ha tenido la oportunidad de nacer, tiene derechos”, aseguró entonces.

El 28 de abril es considerado un día histórico por el movimiento de mujeres en Ecuador. La Corte Constitucional declaró inconstitucional el artículo 150, numeral 2, del Código Integral Penal (COIP).

Y reemplazó la frase que prohibía la posibilidad de abortar a las mujeres con discapacidad mental que quedaron embarazadas a causa de violaciones. En esa jornada, la Corte respondió a siete demandas de inconstitucionalidad planteadas por organizaciones de mujeres y la Defensoría del Pueblo, entre otras.

A esta última le dio dos meses para elaborar un proyecto de ley, para aterrizar la sentencia. Y a la Asamblea, hasta el 28 de diciembre, para aprobar la normativa.

La resolución de la Corte fue histórica y devolvió al Legislativo el trabajo, que no hizo, el 17 de septiembre del 2019, cuando negó el aborto por violación, en medio de las reformas al COIP. Hicieron falta, en ese entonces, cinco votos (se requieren 70), para lograr ese objetivo.

En Ecuador, desde 1938, el Código Penal estableció dos causales para el aborto: si está en riesgo la vida de la madre o si la mujer víctima de violación tiene una discapacidad mental. Así que, tal como han repetido activistas y defensoras de los derechos de las mujeres en Ecuador no se está empezando recién a debatir sobre la despenalización del aborto.

Pero activistas como Virginia Gómez de la Torre, médica y directora de Fundación Desafío, han reiterado la necesidad de ampliar el abanico, para garantizar este derecho a todas las víctimas de violencia sexual.

Según datos de la Fiscalía General del Estado, en Ecuador, se denuncian 11 violaciones, cada día. El 60% de las víctimas es niña, menor de 14 años. En el 95% de casos, el perpetrador está en su núcleo familiar. Lo afirmó ante el Pleno, Ana Cristina Vera, abogada y directora de la Fundación Surkuna.

Además, a partir de información de la Fiscalía también se conoce, que solo el 10% de casos es denunciado. Por lo que la mayoría queda en la impunidad y las niñas y adolescentes, en indefensión.

A la socialcristiana Weber, quien minimizó las muertes maternas y el hecho de que se encarcele a las mujeres víctimas de violación que abortan, le respondió Jhajaira Urresta, de UNES, en el primer debate.

Pañuelos verdes, blusas y chaquetas del mismo color se observaron en algunos puntos del pleno. 9 de diciembre de 2021. Foto: Karen Toro

Urresta, quien en las protestas de octubre 2019 perdió un ojo, cuestionó esa ‘campaña de muñequitos’ (fetos de plástico que repartió Weber). Se dirigió a ella informándole que desde agosto del 2014 hasta julio del 2021, la Fiscalía ha registrado 442 mujeres procesadas por el delito de aborto consentido, según el artículo 149 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). ¿Esperamos que sean sentenciadas?, preguntó.

Esta legisladora vistió chaqueta y pantalón verdes. Es parte de la Comisión de Justicia, que trabajó el informe para primer debate, que contiene 63 artículos. 

Wilma Andrade, de la ID, también vistió los colores de las pro choice (pro elección). Usó una blusa y un pañuelo verde. Anotó que Ecuador ha sido observado por organismos internacionales como la OMS, Unicef y ONU, entre otros, que le han recomendado despenalizar el aborto. En Argentina, recordó, en 1968 se despenalizó el aborto por violación. Y en el 2020 ya lograron que todas las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo. Uruguay lo logró en el 2012.

“El debate es para crear un marco normativo que permita a la víctima de violación acceder al procedimiento de interrupción del embarazo en el sistema público de forma gratuita y segura”, ratificó.  

La legisladora abordó los tres nudos críticos del proyecto de ley: temporalidad o plazo para dar paso al aborto por violación; denuncia y objeción de conciencia. Otros legisladores, en contra del aborto por violación, como Pierina Correa y Sofía Espín, de UNES, se refirieron a estos puntos.

También se refirieron al tema, asambleístas hombres como Ricardo Vanegas, de Pachakutik-PK, quien está en la Comisión de Justicia, y ha criticado la supuesta falta de discusión del proyecto de ley en esa instancia. Algo que fue rebatido por sus colegas.  “Los naciturus” (que están por nacer) tienen derechos según el artículo 45 de la Constitución”, señaló en su discurso. No lució pañuelos celestes, que sí repartió al inicio de la sesión y que se vieron en las curules del PSC.

Andrade trajo más cifras al Pleno. Entre junio 2014 y junio 2019, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado: 434 niñas y mujeres fueron agredidas sexualmente en el entorno familiar; 417 por su tutor, profesor o por su ministro de culto. En ese mismo período, hay 1 300 víctimas de violación menores de 10 años. Por ello convocó a sus compañeros a aprobar a las niñas y adolescentes una ley que las proteja.

José Agualsaca, de UNES, fue muy claro y por eso se llevó aplausos: “No podemos darnos las vueltas, la Corte Constitucional falló a favor de niñas y mujeres violadas, que no pueden ser tratadas como delincuentes y ser forzadas a llevar a término un embarazo no consentido, negar a quienes han sufrido violaciones sexuales, la posibilidad de decidir si desean o no continuar su embarazo es una medida cruel”.

En el otro extremo de las tendencias políticas, desde Guayaquil y vía telemática, Dallyana Passailaigue, del PSC, citó a Frederica Mathewes-Green: “una mujer, tras la agresión sexual trata de escapar de una situación desesperada. Ninguna mujer violada quiere un aborto como alguien quiere un helado o un auto”. Por el contrario, apuntó, busca con desesperación una salida y por eso hay que apoyarla.

Esta legisladora recordó que ya no era tiempo de decidir si se está en contra o favor del aborto por violación. “Esa causal ya fue despenalizada en Ecuador. Y las sentencias de la Corte son de carácter definitivo e inapelable”.

En la sesión no estuvo presente Guadalupe Llori, la presidenta. Hubo 23 intervenciones en comisión general. Como ocurre en otras sesiones, las y los  legisladores no se mantuvieron concentrados en las presentaciones. Unos entraban y salían de la sala. Otros hablaban por teléfono o tuiteaban, como Dalton Bacigalupo, de la Izquierda Democrática-ID: “Feminismo SÍ. Feminismo histérico NO. Estamos por la temporalidad”, escribió y fue criticado en redes. Otros legisladores en contra del aborto por violación resaltaron la necesidad de poner un plazo. Las personas a favor del derecho a decidir repitieron que las niñas víctimas de violación no se enteran que están embarazadas y otras que viven en zonas remotas del país, requieren tiempo para acceder a servicios de salud y poner la denuncia. 

¿Qué pasará si la Asamblea no cumple con el plazo que le dio la Corte de aprobar el proyecto de interrupción del embarazo en casos de violación, hasta el 28 de diciembre? Legisladoras como Wilma Andrade creen que hay que notificar al organismo que no podrán hacerlo por la vacancia legislativa.

La comisión de justicia ya empezará a analizar los pronunciamientos del primer debate, para preparar un informe para el segundo y definitivo.  

Su presidente, Alejandro Jaramillo, de la ID, precisó a La Periódica que van a recoger las observaciones, desde este lunes 13 de diciembre. Hasta el cierre de esta nota no se definía la hora de la convocatoria.

¿No cumplirán con el plazo? Jaramillo sostuvo que se suspenden los plazos por la vacancia legislativa. “Estamos haciendo gestiones, para poder trabajar durante el receso, de modo telemático. Invitaremos a la Fiscal General del Estado, a la presidenta del Consejo de la Judicatura y a más representantes de la sociedad civil”.

La asambleísta Urresta, integrante de la mesa, aseguró que no tomarán vacaciones en diciembre, por tratarse de un tema de “real emergencia nacional». Confirmado que se extendió el plazo hasta el 15 de enero, para contar con un informe para segundo debate, que proteja a las niñas y mujeres”.

Jhajaira Urresta, asambleísta por Pichincha de la bancada UNES, vistió de verde durante esta jornada. 9 de diciembre de 2021. Foto: Karen Toro.

Para cuando la sesión 749 se cerró, fuera del Legislativo ya no había grupos a favor y en contra del proyecto de ley. El sol de la mañana se convirtió en gotas de lluvia en la tarde. Horas antes, los gritos eran: “A los asambleístas les quedan dos caminos: estar con las mujeres o con los asesinos”, de quienes apoyan la posibilidad de que las víctimas de violación puedan decidir optar por un aborto. Mientras, las llamadas provida decían: “No, no, no, al aborto dile no”.

En el Pleno no había gritos, pero sí posiciones enfrentadas. Legisladoras como Pierina Correa hablaron de “feticidio”; Sofía Espín estaba muy preocupada porque pronto haya médicos criminalizados al no poder apelar a la objeción de conciencia; mientras compañeras de esa misma bancada como Jahiren Noriega aprovecharon su tiempo para hablar de Paola Guzmán, quien se suicidó a los 16 años, envenenada con fósforo blanco. La adolescente fue víctima de violación por el vicerrector de su colegio, 50 años mayor. Paola quedó embarazada y cuando solicitó un aborto fue acosada sexualmente por el médico de su colegio.

Temporalidad o plazo para practicar el aborto, necesidad de denuncia y objeción de conciencia aún están en la discusión. Aunque se ha insistido en la necesidad de darle a las niñas y mujeres víctimas de violación, una ley justa y reparadora, todo dependerá de la visión de los y las asambleístas.

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Autoras

Mariela Rosero Changuán

Mariela Rosero Changuán. Periodista desde hace 23 años. Me concentro en los temas sociales, con enfoque de derechos. Necesito escribir, más que comer; y abrazar a mi hijo, mucho más que respirar. Mi escuela fue EL COMERCIO.